En Google Street se produce un registro de lo instantateo, nada de gran hermano o realidad aumentada. Lo que vemos ya pasó. A diferencia de Google maps, que se actualiza con frecuencia, Google Street, tardará décadas en renovar sus panorámicas a pie de calle.
Debido a esta falta de actualización, a veces, se dan situaciones altamente contradictorias. Así pasa en la costa este de Japón, mientras que a través de Google Street podemos ver imágenes del 2009 donde la gente hace vida normal en una zona residencial, Google Maps nos muestra la cruda realidad. El desconcierto debe de ser parecido al de escuchar la voz de un muerto almacenada en un contestador automático.
Inmerso en este desenfreno de información y realidad digitalizada, Jon Rafman ha dedicado meses de investigación para traernos esta exquisita selección de printscreens llenas de misterio y randomness.