Paul Tillich
Hacemos una escapada de fin de semana a Las Viñas en busca de algo de tiempo para nosotros. Lo primero que hago cuando llego al campo es desprenderme del teléfono móvil. Hoy no habrá mails, redes sociales y por supuesto, nada de cocktails virtuales.
Aparte de labores de mantenimiento como limpiar el jardín, cuidar de la huerta o pasar el limpiafondos, nos dedicamos al dolce farniente: releer a Tolkien, cocinar con el 1080 recetas de cocina, urgar en la biblioteca, rescatar cachivaches mutilados en el garaje, pasear por la Sierra, trastear con la cámara de fotos, recoger orégano en el olivar. A veces acompañados y a veces solos, vamos improvisando.
Hablando de improvisar, esta mañana temprano, Inés y yo nos hemos ido de excursión al monte Santa Cruz. Menos desde nuestra casa, el Santa Cruz se ve desde todas partes. Me gusta pensar que es una versión española del monte Fuji, campeando solitario desde el horizonte.
