LA CASA DE LOS IMANES

Propuesta para Solar Decathlon 2011

Autores: Guillermo Trapiello, Daniel Martín-Pintado, Carlos Montoliú Peco y Miguel Moyá Servera. Con la colaboración de Vicente Soler
Tutora: Beatriz Inglés

Analizando la Walking City  de Archigram uno se pregunta ¿Cómo se "enchufan" los edificios? ¿Qué instalaciones querría Ron Herron para sus ciudades nómadas?
Mientras que el entramado de fibra óptica (telecomunicaciones) cubre ferozmente la superficie del planeta como si de madreselva se tratara, las infraestructuras relacionadas con las instalaciones en la edificación siguen siendo muy similares a las de hace cuarenta años. Poco ha cambiado en materia de saneamiento, abastecimiento de agua y electricidad.

Walking City. Archigram. 1964

En la mayoría de los edificios no se aplican criterios de eficiencia energética. Consumimos electricidad de manera excesiva y la malgastamos debido al mal aislamiento. Aclimatamos nuestras casas con aires acondicionados y todavía se encuentran sistemas de calefacción central. Como alternativa a esta inercia podríamos priorizar el uso de técnicas pasivas y aplicar el sentido común: si tengo frío me cubro con una manta.
Las ciudades se han covertido en grandes concentraciones de fugas y los edficios funcionan como parásitos mientras que la válvula del sistema deja pasar nutrientes para transformarlos en residuos.

Nosotros planteamos la situación inversa, donde la propia arquitectura genera recursos y materias primas, desde las grandes superficies de captación de energía hasta la escala residencial.

Hemos utilizado el vector solar (Grasshopper complementado con Ecotech) como principal parametro de diseño y proponemos el motor de imanes de Perendev como pilar del suministro energético. Formulamos una hipótesis donde se genera un excedente del 15% de la energía (células fotovoltáicas+motor de imanes). Aprovechamos dicho aporte de energía para el alumbrado, transporte, etc.
Tambien priorizamos las técnicas pasivas (sentido común) frente a las técnicas activas (gasto energético).

Por último, especializamos la envolvente con distintas piezas que responden a los condicionantes climáticos. Piezas que, en su mayoría, funcionan como maceteros (aprovechamos la inercia térmica de la tierra) formando una fachada-huerta. Está más que demostrado que los cultivos verticales son viables y que se puede llegar a una producción razonable de alimentos incluso en el ambiente adverso de la ciudad.

Hemos intentado dar respuesta a este conglomerado de necesidades.
Este es el resultado: